domingo, 26 de mayo de 2013

AMOR CONSTANTE MÁS ALLÁ DE LA MUERTE




Cerrar podrá mis ojos la postrera 

Sombra que me llevare el blanco día, 
Y podrá desatar esta alma mía 
Hora, a su afán ansioso lisonjera;

Mas no de esotra parte en la ribera 

Dejará la memoria, en donde ardía: 
Nadar sabe mi llama el agua fría, 
Y perder el respeto a ley severa.

Alma, a quien todo un Dios prisión ha sido, 

Venas, que humor a tanto fuego han dado, 
Médulas, que han gloriosamente ardido,

Su cuerpo dejará, no su cuidado; 

Serán ceniza, mas tendrá sentido; 
Polvo serán, mas polvo enamorado.

Francisco de Quevedo

No hay comentarios:

Publicar un comentario